Se midió el contenido de este metal pesado en la sangre del cordón umbilical de 1.883 mujeres de Valencia, Sabadell, Asturias y Guipuzcoa. Los datos podrían ser extrapolables a otras zonas del país. Las concentraciones medidas se vinculan al consumo de ciertas especies de peces

Un estudio publicado en la revista Environmental International y realizado por científicos españoles ha detectado que más de la mitad de los niños nacen en España expuestos a unos niveles de mercurio, en la preocupante forma de metil-mercurio, superiores a los límites considerados “admisibles”. En concreto un 64% de ellos están expuestos a más de 5, 8 microgramos por litro de sangre (límite considerado “seguro” por la EPA de EE.UU. Ponemos entre comillas lo de seguro, porque los límites que se establecen son muchas veces cuestionados científicamente por ser considerados normalmente más altos de los que muchos científicos opinan). El 75% de los niños en Asturias, el 68,4% en Valencia, el 64,7% en Guipúzcoa y el 49% en Sabadell superaban el límite.

Un 10% de los niños estaban expuestos a 22 microgramos por litro. Los niños son especialmente sensibles a los efectos de este neurotóxico.

El Ministerio de Sanidad español sigue sin hacer los deberes de informar debidamente a las mujeres embarazadas acerca del riesgo de consumir en exceso algunas especies de pescado.

Los científicos autores de la investigación llaman la atención sobre el hecho de que el pescado sea una de las vías fundamentales de llegada de mercurio a nuestros organismos. Se midió el mercurio en la sangre del cordón umbilical y se estudió qué pescado consumían ésas madres durante el embarazo. Se vio claramente que las que consumían más pescado de ciertas clases tenían más mercurio en el cordón umbilical Algunas especies, como el pez espada en España, suelen concentrarlo de forma singular. También el atún, entre otras especies, puede acumular niveles altos. Llega a estos peces tras ser emitido o vertido desde fuentes tales como las centrales térmicas de carbón o la industria del cloro.

Lo del mercurio es una muestra de como por procesos de bioconcentración en la cadena alimentaria los tóxicos que emitimos vuelven a nosotros a través del plato de comida.

Si no se tienen en cuenta debidamente los niveles de mercurio que puede haber en cada especie de pescado, según sus diferentes características, así como los máximos de ingesta para cada especie que establecen los científicos, es muy probable que los beneficios que se atribuyen a este alimento puedan verse en algún caso contrarrestados por los posibles perjuicios. En España es poco lo que se ha hecho para informar debidamente a la población, a diferencia de lo hecho en otros países. Entre las cosas más destacadas está el programa Ribepeix que permite evaluar los riesgos de cada especie, no solo en cuanto a su contenido de mercurio sino de otros contaminantes, y establecer unos máximos de ingesta en función de parámetros como nuestro peso, etc.

Con motivo de la aparición de este nuevo estudio, la prensa recuerda ahora como en 2008 la Comisión Europea pidió a los estados miembros en una nota que «las mujeres que puedan estar embarazadas, las mujeres que estén embarazadas o las mujeres lactantes» redujeran a una pequeña ración, menor de 100 gramos, su consumo semanal de grandes peces depredadores, como el pez espada, los tiburones y el lucio. Y que «si comen esta ración, no deberían comer ningún otro pescado durante ese periodo. Tampoco deberían comer atún más de dos veces por semana». La difusión que alcanzó aquel llamamiento fue como tantas otras veces en temas semejantes, manifiestamente mejorable.

EL ESTUDIO ALUDIDO ES:

Prenatal mercury exposure in a multicenter cohort study in Spain.

Ramon R, Murcia M, Aguinagalde X, Amurrio A, Llop S, Ibarluzea J, Lertxundi A, Alvarez-Pedrerol M, Casas M, Vioque J, Sunyer J, Tardon A, Martinez-Arguelles B, Ballester F.

Environ Int. 2011 Jan 14.

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21239061

ARTÍCULO EN PRENSA:

http://www.publico.es/ciencias/358724/mas-de-la-mitad-de-los-espanoles-nace-con-demasiado-mercurio

http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article13543

http://www.ecologistasenaccion.org/article11944.html


La agrupación Environmental Working Group publica su lista anual con los alimentos naturales más propensos a contener altos niveles de pesticida; la opción orgánica resulta la única segura para evitar esta sutil intoxicación

 

 

Autor: Ecoosfera.com

Históricamente el comer frutas y verduras resultaba una estrategia alimenticia completamente sana. Sin embargo desde que se popularizó hace algunas décadas el uso de pesticidas y demás químicos en el cultivo de estos alimentos esta opción dejó de ser completamente saludable. La exposición de nuestro cuerpo a este tipo de substancias nocivas puede provocar, a mediano y largo plazo, una eventual intoxicación que traerá consecuencias negativas para nuestra salud.

El consumo de alimentos orgánicos resulta una manera aparentemente segura de evadir estos peligros alimenticios. Sin embargo, tomando en cuenta el alto costo de algunos de los alimentos orgánicos, resulta importante enfatizar en que existen diversos productos que son cultivados orgánicamente, en comunidades que así lo hacen desde hace siglos o milenios, y que no necesariamente portan el mítico sello de garantía orgánica. En este sentido te invitamos a que consideres también esa opción, lo único incomodo o difícil resulta llevar a cabo una investigación para comprobar que dichos alimentos son efectivamente cultivados sin uso de pesticidas y agroquímicos. Esta dificultad se evita buscando el famoso sellito, aunque también tendrá un impacto significativo en tu gasto mensual. Suponemos que es el precio de la “comodidad”.

Este año la lista de los 12 productos naturales potencialmente riesgosos por el popular empleo de pesticidas en su cultivo, esta integrada por:

1) Apio: su delgada capa provoca que absorba los agroquímicos a una profundidad que luego resulta casi imposible eliminarlos.
2) Duraznos: su pie también resulta altamente absorbente a los 62 agroquímicos que suelen utilizarse en su cultivo
3) Fresas: cuando no es temporada generalmente son importadas de países lejanos que para reducir costos ignoran las normas de salubridad.
4) Manzanas: se emplean cerca de 52 pesticidas distintos en su cultivo.
5) Mora azul: también son de las favoritas de los agroquímicos con 52 sustancias nocivas detectadas en diversas pruebas.
6) Nectarinas: junto con los duraznos y manzanas son las frutas de árbol más “peligrosas”.
7) Pimiento morrón: su delgada piel los hace vulnerables a una absorción profunda de pesticidas.
8) Espinaca: Nueva en la lista de Environmental Working Group se emplean en su cultivo hasta 48 distintos agroquímicos nocivos.
9) Col rizada: a pesar de su fortaleza para combatir naturalmente plagas, los cultivadores de esta especie emplean, quizá por ignorancia, diversos pesticidas.
10) Cereza: con cerca de 42 pesticidas diversos empleados en su cultivo, aparentemente las que son cultivadas en Estados Unidos suelen mostrar mayores niveles de toxicidad.
11) Patatas: uno de los alimentos más consumidos en el mundo esta expuesto al uso de 37 pesticidas distintos durante su cultivo.
12) Uva: el cuidado en el cultivo vinícola muchas veces es, torpemente, traducido en el uso de innumerables agroquímicos.

Para finalizar este listado es importante también recalcar que no hay mejor gasto o inversión posible que aquel que realices en función de tu salud y bienestar, y que no hay mejor manera de llevar esto que la autosuficiencia, es decir, aprovecha ese viejo patio o ese pequeño jardín lleno de flores ornamentales para cultivar al menos un porcentaje de los alimentos naturales que consumes, de esta manera te alimentarás saludablemente sin que ello necesariamente implique mayor estrés para tus finanzas personales.

fuente: http://www.ecoosfera.com/

http://ewg.org/

http://es-es.facebook.com/ewg.org

Edmundo Fayanas Escuer

Rebelión.org

El agua embotellada nos la presentan como un producto que nos asegura nuestra salud y se nos hace ver que es señal de calidad de vida, de un cierto nivel de vida y respetuosa con el medio ambiente.

El sector del agua embotellada está creciendo muy rápidamente en todo el mundo, siendo el negocio más boyante actualmente, pero también uno de los menos regulados, lo que da lugar a situaciones auténticamente escandalosas.

Las cifras del negocio del agua hablan por si solas. En la década de 1970, el volumen anual de agua embotellada que se comercializa en todo el mundo ronda los 1.000 millones de litros. En la siguiente década se dobla el consumo, sin embargo es a partir de la década de 1990 cuando el crecimiento ya es exponencial.

En el año 2001, los norteamericanos se gastaron 6.880 millones de dólares, en el año 2006 ya eran unos 10.980 millones de dólares, con un consumo de 25.800 millones de litros de agua embotellada. Esto supone un crecimiento superior anual al 9%, según los datos aportados por Beverage Marketing Corporation y la Internacional Bottled Water Association. El consumo medio anual de agua embotellada de un norteamericano está en torno a los 91 litros por persona/año.

La moda del agua embotellada es aún mayor en Europa. Alemania consume 10.300 millones de litros, Francia 8.500 millones de litros y España 5.500 millones de litros. Los italianos tienen una media de consumo, en el año 2006, de 183,6 litros por persona/ año y los españoles de 136,7 litros anuales.

El consumo global de agua embotellada alcanza los 154.000 millones de litros, en el año 2006, y supone un aumento del consumo del 57 % respecto al del año 2001. Esto representa un gasto de unos 100.000 millones de dólares. El precio medio de un litro de agua embotellada está en los 0,65 dólares.

¿Sabe cuanto paga usted por cada mil litros de agua de grifo en una ciudad? En España el litro de agua del grifo costaba, en el año 2004, 0,00096 euros. Como se puede comprobar el negocio es redondo.

Las fábricas embotelladoras frecuentemente cogen el agua, que embotellan, de la misma red de agua que llega al público. En muchos casos, como Coca Cola, lo que hacen es agregarle un paquete de minerales, así la denominan “agua mineral”, consiguiendo aumentar de esta forma su precio, convirtiéndose en uno de los mayores negocios del mundo.

El periódico británico The Guardian, resume como es el proceso que se siguen en muchos casos con el agua embotellada: “Tome agua del grifo de Londres, sométala a un proceso de depuración, denominándola “agua pura” agregue un poco de cloruro de calcio que contenga bromuro, lo cual no es un problema, convirtiéndose en bromato que sí lo es. Envie estas botellas de agua al comercio, conteniendo el doble del límite legal de bromato y el negocio es redondo”.

Sirva como ejemplo, que en marzo de 2004, Coca Cola reconoció en Reino Unido que el agua de su marca Dassain era agua común y corriente del grifo, que era vendida en botellas de medio litro. Se retiraron más de medio millón de botellas del mercado argumentando que habían detectado niveles de bromato que excedían las normas legales británicas.

Se está pagando en muchos casos hasta 10.000 veces más por cada litro de agua embotellada que la que se paga por el agua de grifo. Por el mismo precio de una botella de agua embotellada se podría abastecer con 3.000 litros de agua de grifo.

Estas industrias están contribuyendo a la destrucción de las fuentes de agua públicas con el objetivo de abastecer de “agua pura” a la elite mundial.

Estas empresas son depredadoras del agua, buscando continuamente nuevas fuentes hídricas para cubrir sus insaciables necesidades de negocio, comprando continuamente derechos de agua a los agricultores, una vez que los agotan los abandonan creando numerosos problemas ecológicos.

En América del Sur, las multinacionales norteamericanas y europeas están comprando grandes zonas de naturaleza salvaje en la que se incluyen sistemas hidrográficos integrales. Estas empresas agotan no sólo los sistemas de su propio terreno sino las zonas circundantes. Esto es lo que sucedió en Tillicum Valley en la Columbia Británica, donde la empresa Canadian Beverage Corp ha estado explotando el agua subterránea de la región de forma tan intensa que los habitantes y agricultores de la zona se quedaron sin ella.

Esta industria embotelladora de agua dice que es respetuosa con el medio ambiente pero esto no es así, pues como vemos usa el agua de una forma poco respetuosa y además el 90 % de los envases que utiliza son de plástico. Todos los que vamos por el campo vemos en él infinidad de estos envases que son fuertemente contaminantes del medio ambiente. Estas empresas nos dirán que cumplen la ley escrupulosamente en este tema, pero aún siendo así, los envases de plástico deben desaparecer con carácter urgente.

El derroche energético también es importante, sirva como ejemplo que para producir el agua embotellada que se consume en Estados Unidos se necesitan quemar 1,5 millones de barriles de petróleo, cantidad suficiente para alimentar los motores de 100.000 coches durante un año. En España significan unos 330.000 barriles de petróleo que supone el gasto de unos 22.000 coches.

Actualmente este fabuloso negocio empieza a ser cuestionado. La ciudad de Nueva York ha lanzado una campaña publicitaria animando a sus ciudadanos al consumo del agua de grifo, en medio de la protesta de las multinacionales del agua.

Emily Lloyd, responsable del Departamento de Protección Ambiental de Nueva York dice: “El agua embotellada utiliza mucha más energía que la del grifo tanto en la producción como en el transporte y el agua del grifo sirve para algo más que para ducharse o lavar los platos”.

La ciudad de San Francisco ha prohibido la compra de agua embotellada por parte de las instituciones públicas y muchos restaurantes del Estado de California ya han dejado de servir agua mineral. Sería bueno que cundiera el ejemplo entre los españoles.

Es hora que se acabe este escandaloso negocio y que tenga una regulación mucho más exigente que la actual en el apartado económico, sanitario y medio ambiental. Puedo entender que el negocio privado genere beneficio, pero que éste no alcance el nivel de escandalo actual.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=54462

Annie Leonard, la misma autora y presentadora del documental La Historia de las Cosas (The Story of Stuff), publicó el pasado 22 de marzo de 2010, día en el cual se celebra el Día Mundial del Agua, un documental al estilo de «The Story of Stuff» titulado The Story of Bottled Water (La Historia del Agua Embotellada). En dicho documental de 8 minutos, Leonard nos explica cómo la industria del agua mineral nos ha convencido, por medio de mentiras, que es más saludable tomar agua mineral que agua del grifo. Al mismo tiempo Leonard desmonta estas mentiras y nos hace el llamado para que volvamos a tomar agua del grifo, ya que de esta manera ahorraremos dinero, contribuiremos enormemente con la preservación de nuestro medio ambiente y además no estaremos haciendo más ricos a los ricos que se lucran con nuestra ignorancia al vendernos agua, un producto que ya está hecho por nuestra Madre Naturaleza. Pero que a alguien se le ocurrió la grandiosa idea de colocarla en una botella y venderla.


 

por Néstor Palmetti

Al problema del alto consumo de grasas de origen animal, los occidentales hemos adicionado otro, mucho más grave aún: las pseudograsas o grasas sintéticas. En primer lugar nos ocuparemos de los aceite vegetales hidrogenados, mas conocidos como margarinas; desgraciadamente tan de moda y omnipresentes en las etiquetas de los productos elaborados industrialmente.

Este “descubrimiento” industrial es propio del siglo XX, pese a que en épocas de Napoleón ya se producía un reemplazo barato de la manteca usando grasas animales saturadas. Los tecnólogos aprendieron a manejar la hidrogenación parcial de los aceites y con ello advirtieron que podían convertir un aceite barato en un buen producto untable, de bajo precio y larga duración: la margarina. Inicialmente era un sustituto barato de la manteca, sobre todo útil en épocas de carestía, pero luego la gran industria alimentaria le descubrió otras “virtudes”: versatilidad, estabilidad y plasticidad estructural.

La margarina se obtiene básicamente a partir de un aceite líquido poliinsaturado. En el mejor de los casos se usa soja, maíz y girasol, todos refinados; también se utilizan aceites baratos (palma, colza, algodón). Estos aceites se llevan a temperaturas de entre 120 y 270ºC, y se le sopla gas de hidrógeno. Con el auxilio de un catalizador (níquel, platino o cobre), se logra solidificar el aceite (se lo satura), obteniéndose un polímero con estructura similar al plástico.

El proceso puede manejarse a voluntad: según los tiempos empleados se modifica la consistencia resultante (he aquí el interés industrial) y la proporción de ácidos grasos trans presentes. Otro beneficio es la estabilidad y conservación que se logra.

Una buena prueba es dejar un pote de margarina abierto y fuera de la heladera durante varios días. Verá que no se pone rancia, no genera mal olor… y ningún insecto se acerca!!!. Lo mismo puede hacer con los alimentos balanceados de los animales… verificando cuanta margarina contienen!!!

Como resultado de la hidrogenación, la estructura molecular pasa de una configuración natural en forma de curva (llamada cis) a una innatural de forma escalonada (llamada trans). Mientras que el organismo necesita ácidos grasos cis para construir membranas celulares y hormonas, los ácidos trans no existen en la naturaleza humana. Como dice en su libro el Dr. John Tobe«La margarina es un compuesto químico que no se disuelve ni siquiera cuando lo fregamos entre los dedos. Imaginen lo que sucede con estas partículas de consistencia similar al plástico, una vez que entran en nuestro cuerpo!!!». Sería como ingerir un puñado de telgopor . En realidad el cuerpo intenta eliminar estas moléculas plásticas, las cuales colapsan los órganos depuradores y los fluidos internos (sangre y linfa), y una parte importante queda retenida en el tejido adiposo, como veremos luego.“El problema de la hidrogenación no es sólo que convierte a las grasas insaturadas en saturadas, sino que afecta su estructura. En concreto, afecta sus enlaces de carbono, en lo cuales se incorporan átomos de hidrógeno, dando lugar a una estructura artificial ajena al organismo humano: el isómero trans.  Las grasas saturadas o poliinsaturadas son reconocidas por nuestro cuerpo; no sucede lo mismo con las trans, que tienen un enlace extraño y acaban interfiriendo perjudicialmente en las reacciones metabólicas. Aunque hay estudios sobre la metabolización de las grasas trans y su relación con el cáncer, los resultados aún no son concluyentes, sobre todo porque estos efectos se presentan a muy largo plazo”. La explicación proviene de Rafael Garcés, investigador del Instituto de la Grasa del CSIC de Sevilla (España).

Al inicio se utilizó la margarina como alternativa a la escasez, pero luego se le encontró la veta comercial e industrial. En primera instancia se la promocionaba —con el auxilio de los médicos— para combatir las enfermedades coronarias, reemplazando grasa animal; cosa que luego se demostró totalmente falsa, ya que las grasas hidrogenadas, debido a su estructura artificial, interfieren con el normal metabolismo lipídico y se acumulan en las células adiposas. O sea que saturando aceites vegetales, se introducen más grasas nocivas, cuyo uso se sugiere reducir. Un evidente contrasentido.

Luego vino el empleo masificado de los aceites vegetales hidrogenados en la industria alimentaria, por la simple razón de su menor costo, mayor practicidad (se logran texturas a voluntad), y sobre todo superior conservación de estos compuestos molecularmente saturados y estables (gran resistencia al enranciamiento). Hoy en día, desde las panaderías hasta las grandes multinacionales alimenticias, pasando por las industrias lácteas (que así pueden elevar en modo económico el tenor graso de la leche); todos hacen uso de los hidrogenados. Incluso productos pseudo-naturales promueven la presencia de «aceites vegetales sin colesterol» entre sus ingredientes, en lugar de grasas animales. Pero además de no declararlo, se olvidan de «contarnos» lo más importante: cuál es la estructura molecular de sus ácidos grasos industrializados.

OTRAS PSEUDOGRASAS 

Últimamente, en el afán por ofrecer productos grasos alternativos y “saludables”, los tecnólogos industriales han desarrollado un arsenal de procesos que imitan sabores y texturas tradicionales, que generan mayores utilidades y sobre todo ofrecen el atractivo comercial de ser “lights”. Un caso es la adición de agua, que reemplaza “económicamente” casi la mitad de la grasa de la manteca clásica, aunque requiera el auxilio de espesantes, emulsionantes, colorantes, aromatizantes y conservantes. Otras preparaciones reemplazan la grasa por “almidón modificado”. Este aditivo, que aparece en muchas etiquetas de productos “dietéticos”, no es otra cosa que almidón de maíz, procesado con ácido clorhídrico o enzimas de moho; gracias a esto el almidón toma una consistencia que al consumidor le deja sensación grasosa en el paladar. Algo similar ocurre con el suero de leche (residuo barato de la industria láctea), cuyas partículas proteicas sometidas a presión dan como resultado una película deslizante en la boca del consumidor, que la percibe como verdadera grasa.

El químico alemán Udo Pollmer en su libro “Buen provecho” da pista sobre los vericuetos legales que ocultan información sobre estos temas al consumidor: “Lamentablemente en Alemania no es posible identificar fácilmente a los sustitutos de grasas, pues en los potes de helados o postres lights basta con declarar que el producto es a base de proteína de suero de leche. Y cuando se usan en quesos lights ni siquiera hay necesidad de mencionar nada, pues los componentes de la leche son considerados como algo natural y no es obligatorio declararlos separadamente”. Si eso sucede en un país como Alemania, ¿que queda para nosotros…?.

Otra pseudograsa para conocer es la olestra, desarrollada por una multinacional alimentaria en base a grasa y azúcar. Esta grasa artificial se publicita como adelgazante y reductora del colesterol. Según explica Pollmer “La primera virtud se debe a que nuestras enzimas digestivas no la pueden atacar y desdoblar; la lógica es sencilla, lo que no se digiere, no engorda. Pero dado que originalmente producía diarrea por su velocidad de tránsito intestinal, se le aditivó una sustancia denominada textualmente barrera de escape anal (en inglés “anti anal leakage agent”)…  ¡para retardar su evacuación!”. Tenga por cierto el consumidor, que estos productos cuentan con todas las aprobaciones legales… ¡FDA incluida!.

EFECTOS PERJUDICIALES 

El profesor Martijn Katan, del Centro Wageningen para Ciencias de la Alimentación y la División de Nutrición Humana y Epidemiología de la Universidad de Wageningen (Holanda), es uno de los primeros investigadores que señaló los perjudiciales efectos de las grasas trans. Katan, publicó en 1990 un artículo en The New England Journal of Medicine donde mostraba que un leve incremento en el colesterol inducido por las grasas trans, llevaba a un gran aumento del LDL (colesterol malo) y un descenso del colesterol HDL (bueno). Todos los trabajos posteriores agregaron datos acerca del perjudicial efecto de las grasas trans sobre la salud que, según Willet y Ascherio, son responsables indirectas de más de 30.000 muertes anuales en los EEUU. Estudios recientes sobre los ácidos grasos trans indican que producen: infiltración de grasa en el hígado, esclerosis de la aorta, incremento del colesterol “malo” (LDL), disminución del colesterol “bueno” (HDL), mayor riesgo de infarto, hipercolesterolemia, candidiasis, arteriosclerosis y trastornos en la estructura celular, predisponiendo el organismo a la enfermedad, al envejecimiento acelerado y a la muerte prematura. Un trabajo del Centro Médico Universitario Rush de Chicago (EEUU) demuestra que el cocktail formado por un dieta rica en grasas trans, grasas saturadas y cobre, acelera el deterioro cognitivo, pese a ser este oligoelemento un mineral clave en la buena función cerebral. El estudio publicado en Archives of Neurology asegura que la combinación alimentaria de ese tipo contribuye a la formación de placas amiloideas y ovillos propios del mal de Alzheimer, acelerando el deterioro en la capacidad cognitiva.

Numerosos estudios con animales demuestran que al incluir pseudograsas en la dieta, el peso aumenta. La natural respuesta biológica apunta a compensar el menor valor energético con mayor cantidad. Pero hay un estudio que merece mucha atención por haber sido hecho con monos, con quienes tenemos mucha afinidad biológica. Científicos de la Universidad de Wake Forest, alimentaron monos con similar y moderada cantidad de calorías, de las cuales el 8% provenía de grasas; pero mientras unos recibían grasas monoinsaturadas (aceite de oliva), los otros ingerían grasas trans (margarina). Luego de 6 años de experiencia, éstos últimos acumulaban 35% más de grasa abdominal. Además mostraron cambios en el metabolismo de la glucosa y la insulina, tal como se advierte en las fases iniciales de la diabetes. “Estamos sorprendidos por nuestro estudio, las consecuencias de las grasas trans son peores de lo que creíamos” dijo el director del estudio, Dr. Lawrence Rudel, profesor de patología y bioquímica.

INFORMACION Y TOMA DE CONSCIENCIA  

En Europa hace varios años que los entes reguladores exigen que los fabricantes consignen en las etiquetas la presencia de aceites hidrogenados. En Estados Unidos la FDA recomendó en 1999 medidas en el mismo sentido luego de fuertes presiones de asociaciones de consumidores, al conocerse estudios que hablaban de 500.000 fallecimientos anuales a causa de enfermedades causadas por el consumo de ácidos grasos trans.Recientemente la Asociación Americana del Corazón, una de las asociaciones médicas más prestigiosas del mundo, declaró la guerra a las trans y pidió que no representen más del 1% de las calorías consumidas. Un motivo más que suficiente para perder unos segundos y fijarse en las etiquetas a fin de detectar la presencia de estos, aparentemente inofensivos, aceites vegetales hidrogenados o parcialmente hidrogenados. El primer país del mundo en advertir a los consumidores acerca del contenido de grasas trans en los alimentos, a través de la obligación de declararlos en las etiquetas, fue Dinamarca en 2003. Al año siguiente, una organización estadounidense (Center for Science in the Public Interest) lanzó una campaña para boicotear los productos con grasas trans y solicitó a la FDA que prohibiese el uso de aceites vegetales parcialmente hidrogenados, lo cual fue obviamente desoído pese a las evidencias científicas presentadas. Desde el CSPI afirman: “La resistencia proviene de la industria alimentaria, que no encuentra reemplazo a las grasas sintéticas, que ofrecen versatilidad, conservación y maleabilidad. El problema de las grasas trans es que no solo se utilizan untadas, sino que forman parte de una inmensa cantidad de procesos industriales de elaboración de alimentos, por lo cual, inadvertidamente, forman parte de la dieta de millones de personas. Y eso pese a que diversos comités científicos afirman que ninguna cantidad de grasa trans incluida en la dieta diaria puede considerarse segura para la salud”. Posteriormente fue el turno de la Asociación de Restaurantes de Nueva York, que recomendó a sus asociados no servir comida con grasas artificiales para proteger la salud de sus habitantes. “Desde 2000 se sabe que esas grasas son malas y llevamos dos años diciendo que había algo que hacer”, asegura el español Valentín Fuster, jefe del servicio cardiovascular del Instituto Médico Monte Sinaí de Nueva York. La Junta de Salud de Nueva York anuncio recientemente (setiembre 2006) un plan para establecer en los 20.000 restaurantes de la ciudad un límite máximo de medio gramo de grasas trans por porción. En este sentido se acepta que la dieta típica americana aporta 5,8 gramos diarios y que una sola porción de papas fritas puede tener hasta 8 gramos de grasas trans. En la Argentina, el ministro de Salud, Ginés González García, criticó «la aparición de una formidable industria alimentaria, que presiona y no busca otra cosa que vender, y ha hecho que incorporen a sus productos elementos probadamente dañinos, como grasas y sustancias adictivas». Nuestro país obligará a partir de 2006 a declarar en los alimentos el porcentaje de grasa trans presente.

 

Extraído del libro «Grasas saludables».

Néstor Palmetti es Técnico en Dietética y Nutrición Natural

 

sobre las grasas trans y su influencia sobre la salud: nutrición clínica

sobre ácidos grasos trans en Latinoamérica y alternativas de sustitución: www.scielo.cl

sobre iniciativas para la prevención de enfermedades crónicas: www.msal.gov.ar

«El agua de mar de mis células reacciona recordándome que soy mar»

Jacques Cousteau


por Carmelo Ríos


Es el único líquido que al congelarse pierde peso. Si la dejamos fluir libremente en un plano inclinado, por liso que sea, seguirá un curso serpenteante, con un enigmático diseño en espiral. Algunos científicos han aventurado incluso la hipótesis de que acaso pueda registrar en su estructura toda la memoria de la vida sobre la Tierra. Hablamos del agua de cada día, cuyos secretos intrigan a los investigadores.

Apenas un 3% del agua presente en nuestro planeta es potable y, de ésta, el 90% se encuentra en forma sólida en los casquetes polares, u oculta en las entrañas de la tierra. A pesar de tratarse de algo tan cotidiano como vital, este elemento es uno de los más desconocidos y uno de los grandes enigmas de la ciencia. Los investigadores reconocen que la denominación de H2O, es, en realidad, una “licencia científica”. Toda la vida, en efecto, no es sino agua organizada y el ser humano, desposeído del agua, se reduce a unos pocos kilogramos de sales minerales. Como todos los seres estamos hechos de agua, ésta nos conecta con nuestro pasado, con todos los procesos de creación y con el secreto mismo de la vida en el Universo. En palabras del célebre biólogo Claude Bernard: “Cuando el hombre salió del mar, se llevó el océano consigo”.

Algunos científicos modernos sostienen que los ritmos y los ritos de la Naturaleza, que siguen eternamente el ciclo del agua, lejos de constituir un proceso mecánico, forman parte de un superorganismo viviente, que los antiguos griegos llamaron Gea, entre otros nombre de divinidades. Hoy hablamos de Gaia, en el claustro acuático de esta Madre Tierra vivimos. Más aún: nosotros, como todos los mamíferos, nos desarrollamos, en el período de gestación, sumergidos en un microcosmos acuático, salado y cálido. Y durante el resto de nuestra vida sentiremos una atracción irresistible por el agua, que nos vincula con nuestro origen por partida doble, individualmente y como especie.

En todo caso, tanta familiaridad con este elemento ha hecho que la mayoría de las personas no hayan reparado en su extraña singularidad y en los misterios que nos plantea. Ochocientas veces más densa que el aire, el agua es la única sustancia que, al congelarse, pierde peso. Si fuera al contrario, las aguas marinas se solidificarían y derivarían hacia el fondo, destruyendo la vida. Por el contrario, al permanecer en la superficie, protege la vida del océano, lo que ha permitido una favorable evolución de los organismos vivos. A su vez, este hecho repercute directamente sobre la climatología del planeta y genera una verdadera respiración de la Tierra. El agua, como disolvente universal, posee energía suficiente como para disgregar las rocas más duras y, durante millones de años, ha configurado la orografía de los continentes. Semejante a un gigantesco sistema circulatorio, los ríos, lagos y océanos, sirven como canales constantes de energía, suavizando los contornos y pulverizando lo sólido. En su búsqueda del océano, los ríos transportan materias nutrientes en forma de sedimentos, que se depositan en las orillas, siempre en forma serpenteante; si lo hicieran en línea recta, destruirían a su paso los territorios de su tránsito. Las experiencias a nivel de laboratorio han demostrado que si se la deja fluir libremente en un plano inclinado, busca siempre modelos dinámicos en espiral, oscilando y girando de forma totalmente imprevisible. Algunos científicos han llegado a pensar que actúa según patrones propios e incluso inteligentes.

Por otra parte, la estructura molecular del agua puede modificarse actuando sobre su temperatura, presión o radiaciones electromagnéticas. Se sabe ahora que no existe una sola forma de agua, sino infinitas variaciones o, tal vez, adaptaciones. Pero mucho antes de que la ciencia moderna hubiera descubierto estas peculiaridades, ya las culturas chamánicas afirmaron que el agua era un ser vivo y que era preciso comportarse con ella con el mayor respeto.

Estamos aun muy lejos de comprender la naturaleza misteriosa del agua. El investigador Víktor Schauberger (1885-1958), fascinado también por las formas que adoptaba en su eterno fluir a través de los bosques austríacos, llegó a creer que era un gran error bombear el agua mediante pistones y bombas metálicos, ya que éstos, de alguna forma, “rompían” el agua. Diseñó para evitarlo una bomba de movimiento cilíndrico hiperbólico, cuya finalidad era permitir que mantuviera sus ritmos y estructura naturales, reproduciendo patrones de fluidez en espiral e imitando su movimiento natural.

Rudolf Steiner (1861-1925), célebre creador de la Antroposofía, concedía también una extrema importancia al agua, aplicando sus esquemas fluídicos y energéticos a la agricultura, la medicina, e incluso al lenguaje y a la expresión corporal. Leonardo da Vinci sintió durante toda su vida una fascinación casi obsesiva por el líquido elemento. El eterno movimiento del agua es una constante en su obra, particularmente en sus últimas creaciones. También los manuscritos de Windsor muestran una infinidad de apuntes, bocetos y experimentos suyos relacionados con el agua.

El escultor inglés John Wilkes, inspirándose en similares observaciones, comenzó en los años setenta a crear fuentes en forma de ocho, que indujeran un movimiento rítmico del agua. Sus esculturas acuáticas, además de ser bellísimas obras de arte, tienen como objetivo reproducir y vivificar la misma danza vital que sigue en la Naturaleza, devolviéndole, además, su condición de “agua viva”.

PIONEROS DE LA INVESTIGACIÓN

Investigadores como Theodor Schwenk, Peter Redgrove o Viktor Schauberger, han reconocido en los modelos de fluidez del agua una dirección en relación con la naturaleza y con nosotros mismos. Schwenk, en su obra, El Caos Sensible, una verdadera obra maestra en el campo de la investigación, escribió: “Un arroyo que serpentea murmurando alegremente sobre las piedras de su cauce, engendra una multitud de pequeños remolinos y superficies internas que son verdaderos órganos sensoriales abiertos al cielo, que perciben el río del devenir cósmico. Al ser absorbida después por todas las criaturas terrestres, las plantas, los animales y el hombre, les transmite todas las impresiones recibidas y las difunde por todas partes”.

Las conclusiones de algunos científicos apoyan cada día más la hipótesis y postulados de los filósofos y de los místicos de antaño. Claudine Luu, de la Universidad de Montpellier, llegó, tras sus investigaciones, a la siguiente conclusión: “El agua es el principal constituyente de los sistemas vivos, y no olvida las sustancias que disuelve (…). Puede así recibir, transmitir e incluso memorizar, o amplificar, efectos de condiciones físicas siempre variables, cuyo origen se encuentra en nuestro entorno próximo o lejano“.

LA MEMORIA DEL AGUA

Los experimentos del doctor Jacques Benveniste, audaz defensor de la controvertida hipótesis conocida como “memoria del agua”, le condujeron a la certeza de que el agua puede almacenar información electromagnética y biológica, pudiendo ser imprimida con lo que él llamó “zonas de coherencia”, que le permiten funcionar como sistemas de comunicación, en la Naturaleza y en la células de los seres vivos. En un reciente artículo, publicado por el ISERN francés, asegura que “… estos resultados indican, sin equívoco, que la naturaleza física del mensaje molecular, actualmente desconocida, es electromagnética. Este mensaje es transmitido y memorizado por el agua polarizada, fenómeno que favorece la transmisión de la señal molecular”. En una de sus múltiple experiencias, Benveniste logró proyectar sobre una superficie de agua la imagen luminosa y electromagnética del curare, un potente veneno neurotóxico. Más tarde la daba a beber a ratas de laboratorio y éstas, al poco tiempo, morían con los´síntomas propios de esta sustancia: asfixia y paro cardiaco.

Esa hipótesis de la “memoria del agua” vendría a explicarnos, entre otros enigmas, la extraña eficacia de la medicina homeopática, cuyos procesos curativos siguen constituyendo un gran interrogante, incluso para los especialistas en esta forma de terapia holística y energética. La explicación de las virtudes terapéuticas de los remedios homeopáticos debería buscarse, precisamente, en el agua y su poder holográfico de registrar, almacenar, dinamizar y multiplicar algún tipo de energía sutil, desconocida por la ciencia actual, que ejerce un poderoso efecto sobre los seres vivos, sobre todo en las altas diluciones homeopáticas en las que ya no existen residuos moleculares visibles de la sustancia madre, y que pueden resultar peligrosos si son administrados sin cierta prudencia.

Recientemente, el Dr. Robert Fisher, del Royal London Homeopatic Hospital de Londres, argumenta que “muy probablemente sea la microestructura del agua la que retenga la información referente a las sustancias con las que ha entrado en contacto, e incluso multiplique el efecto terapéutico de éstas”. El propio Benveniste manifiesta al respecto: “Los homeópatas utilizan empíricamente estas propiedades del agua… La señal molecular, una vez establecido su origen electromagnético, podrá ser numerable, graduable, modificable, transmisible a distancia y reproducible hasta el infinito. Estos resultados podrían revolucionar la biología y la medicina, y permitir comprender la influencia de los campos electromagnéticos sobre la materia viva”.

LAS PROPIEDADES CURATIVAS DEL AGUA

Las propiedades curativas de ciertas aguas han sido alabadas en todas las épocas. Griegos, romanos y árabes, al igual que ocurría en las grandes civilizaciones asiáticas, exaltaban las virtudes terapéuticas de aguas procedentes de fuentes, manantiales o playas. Cada cultura poseía sus propias “aguas santas”, cargadas de simbolismo, relacionadas frecuentemente con apariciones de santos, vírgenes o espíritus de la Naturaleza. En algunos casos, los análisis de estas aguas demuestran su escaso valor en cuanto a contenido en elementos químicos solubles. Pero milenios de experiencia demuestran su legendaria eficacia.

Según Rupert Sheldrake, uno de los mayores heterodoxos de la ciencia actual, este elemento recogería información de todas las tierras y todos los seres vivos a través de los cuales ha fluido. En tal sentido, es posible que el agua conserve el registro ancestral de todos los hechos, toda la historia, todos los sentimientos y pensamientos de la Humanidad y de la vida, desde sus orígenes, y también que sea ella y no el mítico éter la sustancia de que está hecha la memoria de Gaia (“los registros akáshicos” de Rudolf Steiner y los teósofos). Beber un simple vaso de agua alcanzaría así una dimensión sacralizada, que nos vincularía con todo el devenir de la vida, en nuestro planeta y, a través de éste, con todo el Universo.

Carmelo Ríos es escritor, autor de «Las energías espirituales del agua», maestro de aikido y de buceo.

Fluoración del agua en la Argentina

En Argentina la fluoración artificial de las aguas para consumo humano, con el objetivo de proteger los dientes de los niños, está prevista en la ley nacional 21.172 (Boletín Oficial del 7 de noviembre de 1975). Lamentablemente el flúor también es un material de riesgo, y no siempre se puede garantizar que la dosis distribuida sea inofensiva.
En Argentina la cantidad permitida de flúor en el agua varía según la temperatura de la región. En los lugares más fríos se recomienda 0,9 ppm como límite inferior y 1,7 ppm como límite superior. En los lugares más cálidos el límite inferior debe ser 0,6 ppm y el límite superior 0,8 ppm. Estos límites son establecidos por el Art. 1 (ex Art. 982), Resolución MS y AS n° 494 del 7 de julio de 1994.

El flúor y nuestro despertar espiritual boicoteado

¿Pondrías arsénico en tu cepillo de dientes?. El flúor, un veneno casi tan potente como el arsénico, se añade a muchas muchos dentífricos y enjuagues dentales. Sólo dos gramos de flúor son capaces de matar a un adulto y 500 gr. son suficientes para matar un niño.

Por increíble que nos parezca, no sólo el flúor no previene las caries, sino que daña el esmalte de los dientes provocando fluorosis dental: los dientes pierden su coloración natural, se vuelven más frágiles y se rompen con facilidad. Además, el flúor provoca la precipitación del calcio, lo que daña la estructura ósea, de la que los dientes forman parte, al estar compuesta principalmente por calcio. También puede provocar osteoporosis. La acumulación de depósitos de calcio en las arterias puede dar lugar a afecciones cardiacas y arterioesclerosis.

El flúor también mineraliza los tendones, los músculos y los ligamentos volviéndolos quebradizos, dolorosos y poco flexibles. El flúor es un potente veneno que puede provocar múltiples patologías como cáncer, (principalmente osteosarcoma, el tipo más común de cáncer de huesos, y cáncer de tiroides), hipotiroidismo, fibrosis pulmonar, enfermedades renales, roturas de tendones (el flúor ataca el colágeno), infertilidad (baja los niveles de testosterona, así como la movilidad y el número de espermatozoides), artritis y obesidad. En niños disminuye su coeficiente intelectural (IQ) y puede ser causa del Síndrome de Deficiencia de Atención con Hiperactividad (ADHD)

El flúor se acumula en la glándula pineal, provocando una reducción en la producción de melatonina, una hormona de efectos anticancerígenos que producimos durante el sueño.

El ácido fluorídico corroe casi todos los metales, por eso el interior de los tubos de dentífrico con flúor es de plástico.

El flúor es un excelente bactericida, por eso se incorporó en los dentríficos y otros productos de higiene oral. En algunos países como Estados Unidos el agua es fluorada para prevenir las caries, pero numerosos estudios demuestran los mismos niveles de caries en poblaciones en las que el agua está fluorada en comparación con las que no lo está. En España se suministra agua fluorada en algunas ciudades y pueblos de Andalucia, Murcia, Extremadura, Cataluña y País Vasco. Los filtros de carbón activo no eliminan el flúor, el único capaz de eliminarlo de las aguas fluoradas es un filtro de osmosis inversa. También hay que considerar que algunas marcas de agua mineral contienen altos niveles de flúor. En USA algunas personas han muerto o enfermado cuando el equipo de fluoración del agua ha fallado bombeando demasiado flúor en el agua.

El flúor NO es un nutriente esencial que tu cuerpo necesite

Investigadores austriacos verificaron en 1970 que incluso 1 ppm (1 parte por millón equivale a 1 mg por litro) de concentración de flúor puede provocar hasta un 50% de daño en las enzimas del ADN que se encargan de reparar las células, lo que acelera el proceso de envejecimiento.

Estas fueron las palabras que pronunció el responsable del departamento químico del Instituto Nacional de Cáncer, el doctor Dean Burk, ante el congreso de USA en Julio de 1976: “De hecho, el flúor causa más mortalidad por cáncer en humanos y más rápido que cualquier otra sustancia química.”

Hitler ya usó el agua fluorada para controlar la población de los territorios ocupados (no lo usó en Alemania). En China también se usó para el control de natalidad.

El flúor es un producto de desecho de la industria de los fertilizantes de fosfato. Estos desechos son demasiado peligrosos para verterlos en el medio ambiente, con lo que decidieron usarlos para la “higiene oral” y añadirlos al agua de consumo. El flúor también se emplea en la fabricación de uranio enriquecido para las centrales de uranio y la construcción de armas nucleares, así como en la fabricación de insecticidas y veneno para ratas y cucarachas.

Además del flúor añadido a pastas de dientes, hilo dental, lavados bucales y otros productos de higiene dental, también encontramos flúor en el té (sólo está presente en el té, no en otras infusiones herbales), medicamentos antidepresivos como Prozac y en las sartenes y cazuelas antiadherentes de Teflón

No confíes en el flúor para evitar las caries basta con que lleves un estilo de vida saludable, elijas alimentos naturales y evites el azúcar y los alimentos procesados.

El flúor al ser un halógeno como el yodo, utiliza los mismos receptores celulares del yodo, lo que provoca un carencias de yodo, principal causa de Hipotiroidismo. La deficiencia de yodo es una de las tres carencias nutricionales más comunes, junto con el magnesio y la vitamina D.
El yodo ayuda a eliminar el flúor del organismo. Es recomendable suplementar con yodo lugol al menos durante un par de meses.

Para más información sobre el flúor imprescindible leer “The Fluoride Deception” (El Engaño del Flúor) de Chistopher Bryson, productor de la cadena de televisión británica BBC, resultado de una década de investigación sobre el flúor.

Fuente: http://www.aaomm.org.ar/

Se ha hablado largo y tendido sobre la calidad del agua de la red municipal para beber, y últimamente más, gracias al depertar de las conciencias y el buen uso del sentido crítico. Sin embargo, no hay que obviar que esa misma agua es la que usamos para la higiene diaria , con los mismos efectos perniciosos para nuestra piel y salud.

Como ya sabremos, el agua químicamente pura no existe en la naturaleza. En su ciclo hidrológico el agua arrastra, disuelve y mantiene minerales, compuestos orgánicos y microorganismos que varían sus propiedades. Para el consumo humano, el ayuntamiento de cada municipio está obligado a establecer análisis específicos que determinan ciertos posibles contaminantes y otros análisis no específicos que determinan las propiedades de color, olor, pH, turbidez, cantidad de sólidos suspendidos, demanda química y bioquímica de oxígeno y la dureza del agua. En determinadas zonas geográficas, la dureza del agua tiene un gran peso específico por sus repercusiones en la salud y la industria. La dureza del agua es la concentración de todos los cationes metálicos no alcalinos presentes, que se expresa en equivalentes de carbonato de calcio o CAL.

Pero aparte de la cal, que supone un problema endémico, son numerosos los factores que influyen en la calidad del agua de red. A menudo el agua ha sido expuesta a vertidos industriales incontrolados, muestra toxicidad por contaminación con pesticidas y metales pesados e incluso se produce el fenómeno de la eutrofización en embalses cuyo exceso de carga orgánica no puede ser asumido debido a la poca cantidad de agua retenida. Pero lo peor viene en el propio proceso de potabilización, en el que se vierten ingentes cantidades de cloro para neutralizar la materia orgánica en suspensión que hay en los embalses. En el proceso de potabilización siempre se producen, de manera invariable, los llamados trihalometanos (THMs), que son el conjunto de compuestos químicos que se forman como subproductos de la desinfección (SPD). Pero además del cloro se utilizan otros desinfectantes como las cloraminas y el dióxido de cloro, que por su parte, producen otros SPD. Dos de los THMs presentes en el agua, el cloroformo y el bromodiclorometano (BDCM) están clasificados por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (OMS) como posibles carcinógenos para las personas en ciertas condiciones de exposición. El detalle a tener en cuenta es que además de ingerir estos compuestos químicos volátiles que están en el agua, se pueden respirar en el vapor del baño o la ducha y se absorben a través de la piel.

La Normativa Europea (Directiva 98/83/CE) regula las concentraciones máximas asumibles para el consumo humano tanto para los THMs como otros contaminantes. Sin embargo, ¿no podríamos preguntarnos si el uso de estos desinfectantes está justificado?, ya que, para proteger a la población de una posible infección bacteriana hay que exponerla a un cáncer a largo plazo. Por otra parte, y asumiendo el riesgo de exposición, ¿estamos seguros que los límites máximos especificados en la Directiva no están sobrepasados en la actualidad o fueron más elevados en el pasado?

Cabe añadir a este respecto que en la Unión Europea ya hay países como Alemania, donde el cloro en el agua potable, simplemente, está prohibido por ley. El agua potable que sale por los grifos de las cocinas o por los de los lavabos y duchas está libre de cloro. El agua se desinfecta por sistemas de alta tecnología mediante ozono o lámparas ultravioleta, que son más efectivas que el cloro y no suponen riesgo alguno para la población.

Por otro lado, y por si esto fuera poco para concienciar a la sociedad, el cloro que se utiliza como desinfectante preventivo en las duchas y en piscinas puede dañar el ADN celular. En una simple ducha con cloro, nuestra piel absorbe la misma cantidad de cloro que contiene un litro de agua cuando se bebe. Así lo demuestra un trabajo sobre geno-toxicidad publicado en Environmental Health Perspectives y coordinado por el Centre de Recerca en Epidemiologia Ambiental CREAL de Barcelona, en el que también han participado investigadores del CSIC, del Hospital Clinic y de la Universidad Autónoma de Barcelona en colaboración con otros de Estados Unidos, Alemania y Holanda.

El método fue sencillo; se extrajo sangre y se tomaron muestras de aliento a 49 voluntarios a los que luego se pidió que se zambulleran 40 minutos en una piscina. Transcurrido ese tiempo y tras tomarles muestras de nuevo, en la sangre de todos ellos aumentó la presencia de micronúcleos biomarcadores predictores de cáncer. Su aliento presentó además proteínas biomarcadoras CC16, asociadas a un aumento de la permeabilidad del epitelio pulmonar. Son ahora las autoridades sanitarias quienes deberían tomar la palabra.

Dada la contundencia de los datos, se tendrían  que plantear otras opciones y eliminar el uso del cloro en piscinas y duchas públicas, aunque por supuesto también, en toda la red municipal de abastecimiento de agua. Hay tecnologías basadas en el ozono y en la luz ultravioleta para prescindir del cloro y su riesgo oxidante celular. Para las duchas, una opción preventiva sería la de introducir en los baños domésticos y colectivos sistemas tan simples como filtros cuyo principio activo es el ácido cítrico, procedente de la fruta. Estos filtros resultan ser el mayor neutralizador del cloro y derivados en terminales de duchas domésticas, y el producto resultante es agua y sales minerales antioxidantes, benefactoras para la piel y los epitelios del tracto respiratorio.

Algunos medios de comunicación masivos ya han empezado a hacerse eco de esta noticia, la cual, ciertamente no puede clasificarse como tal, ya que los efectos perniciosos del cloro sobre la salud están ampliamente documentados desde hace años. Pero bueno, ¡ya era hora!.

Artículos científicos (en inglés):

1. Chlorination disinfection byproducts in water and their association with adverse reproductive outcomes: a review,
Mark J Nieuwenhuijsen, Mireille B Toledano, Naomi E Eaton, John Fawell Occup Environ Med 2000;57:73–85
2. Meta-analysis of studies on individual consumption of chlorinated drinking water and bladder cancer, C M Villanueva, F Fernández, N Malats, J O Grimalt, M Kogevinas J Epidemiol Community Health 2003;57:166–173
3. Effect of trihalomethane exposure on fetal development. J M Wright, J Schwartz, D W Dockery Occup Environ Med2003;60:173–180
4. Distribution and determinants of trihalomethane concentrations in indoor swimming pools, H Chu, M J Nieuwenhuijsen Occup Environ Med2002;59:243–247
5. Foetal growth and duration of gestation relative to water chlorination, J J K Jaakkola, P Magnus, A Skrondal, B-F Hwang, G Becher, E Dybing Occup Environ Med 2001;58:437–442
6. Relation between trihalomethane compounds and birth defects, L Dodds,W D King Occup Environ Med 2001;58:443–446
7. Indoor swimming pools, water chlorination and respiratory health, B. Nemery*, P.H.M. Hoet*, D. Nowak#
Eur Respir J 2002; 19: 790–793

Hola ! Como estreno del blog, me gustaría explicar el por qué de su nombre. En primer lugar diré que este blog no solo será mantenido por una sola persona, pero con total seguridad las opiniones expresadas aquí serán ampliamente compartidas por todos los integrantes.

El Baile del Agua es un apartado del capítulo referido a la estructura hexagonal del agua, del libro del Dr. Mu Shik Jhon, «El Puzzle del Agua y la Clave Hexagonal». Para quienes no lo conozcan, es un tratado revelador sobre las capacidades curativas del agua según su estructura molecular. Todos nosotros «bailamos» a lo largo de nuestra vida, siguiendo un camino personal para la consecución de nuestras metas, pero la conclusión es que no podemos estar solos durante ese viaje y a menudo nos enlazamos y liberamos de personas que dejan su impronta en nosotros. Sólo cuando llegamos a un estado de máxima energía nos volvemos estables junto con aquellos con los que somos afines, formando entre todos nuestra propia estructura. Así como en el mundo del agua: «no hay sitio para el solitario, una molécula sola no dura mucho en este baile de paso rápido donde los pequeños grupos predominan».

Gracias a todos los que habéis contribuido a crear este pequeño grupo desde el que espero podamos difundir todo tipo de información valiosa para nuestra vida y evolución.